domingo, 10 de julio de 2011

potpurri de Londres


No se puede explicar el sentimiento que produce ver una obra maestra y comprender toda su teoría.

Encontrarte frente a una pintura que en los libros se veía maravillosa, ver sus colores y formas reales, su tamaño... obliga a desear hacer arte, pues no es lo mismo ver una obra sin saber crear arte, que crear sabiendo lo que esto significa.

Cuando salí de Bolivia, por primera vez sola, tenía el sueño de una estudiante, confusión total, mi consuelo era ser algo aceptada estando cerca de tantas obras geniales, aprendiendo de sus pinceladas solo legibles para los que pueden hacer pinceladas.

Sentía mis piernas temblar ante los lienzos de mis maestros, la energía de mis colegas me llenaba de colores hasta que me sentía como si estuviese pintando.

Muchos lo ven fácil, pero uno no se hace artista de la noche a la mañana, muchos tienen ese sentimiento oculto, no hay un orden específico, algunos ubican más rápido, y si algo les abre los ojos, al final pueden seguir este camino.

El punto de vista es lo subjetivo, marcar el límite entre lo que otros quieren ver y lo que uno está viendo es un buen punto de partida, la mano del metiche o la crítica no debería ser algo importante.

A un verdadero artista el destino le pone público y críticos para que deshilen lo que la persona sensible tiene que decir.

Pausa...

"As a cubic inch of human brain is one million times more intricate than the finest computer, it´s hardly surprising that no one so far is absolutely certain how it all works, let alone how to repair it." (sacado de algún libro... cuando me complicaba saber por qué demonios me hice artista)


Tenía que haber ido al "primer mundo", para darme cuenta de que siempre estuve ahí . Me cuesta entender, por qué nadie me hizo ver que mi tierra era ese "primer mundo".

América son más cosas que las canciones de Mano Negra, cuando estamos solos nos damos cuenta de que necesitamos salir; cuando estamos fuera, nos damos cuenta de que no tenemos una razón para salir.

Salí a suponer que saliendo volvería con alguna respuesta...

La única respuesta que tuve fue el saberme viviendo en una pequeña isla donde...


En primavera los verdes se llenan de flores de colores,

en verano destacan las liendres en el cabello y el tierno aroma a bronceador,

las hojas rojas en otoño se estampan en el pavimento

y en invierno las hojas verdes no se hunden, simplemente flotan en la densidad del agua congelada.

Es una realidad de mi vida que no he de olvidar... vasos rotos, monedas brillando , humo gris sobre el suelo, alcohol, explotación, la señora Mierda aveces tiene razón... no existe mejor lugar que tu casa.

Es mi casa la que tenía un cielo azul... ahora medio amarillito parece, ese humo que fui a buscar ahora viene por mi.

La transitoria depresión que me carcomía en invierno por la falta de luz, ahora me carcome por la falta de azul.


La soledad es mi eterna compañera, también mi gran inspiración, aquí no tengo futuro, no tengo mi lugar, soy nadie, pero no me importa.


Aunque los Derechos Humanos no sean para ciudadanos de tercera clase, la mente pobre será siempre libre y ni los conquistadores la podrán traspasar.


Al menos tuve la oportunidad de sentarme en las gradas de Tate Gallery y escribir esto....

Es diferente cuando tienes alguien con quién compartir opiniones,

pero uno no lo puede tener todo en la vida.

Edición propia del libro: SIGRID STAYING IN LONDON 1999

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